Nota

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Profesor: Daniel La Parra
E-mail: daniel.laparra@ua.es
Recibiré encantado sugerencias y críticas para mejorar y enriquecer los contenidos de este recurso docente.

miércoles, 14 de mayo de 2014

¿A qué población se deben dirigir las políticas de inclusión?

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Una dicotomía clásica en las políticas de inclusión es la que se produce al definir a qué personas debe dirigirse. Básicamente se puede distinguir entre dos extremos: definir políticas para el conjunto de la población (universales) o políticas dirigidas a grupos concretos de población (específicas).

En el campo de los estudios sobre la pobreza y la desigualdad, el énfasis en políticas sociales dirigidas a grupos específicos se suelen denominar estrategias anti-pobreza, mientras que cuando se busca reducir los niveles de desigualdad a través de políticas dirigidas al conjunto de la población (por ejemplo de la política fiscal o actuando sobre el mercado de trabajo) se habla de políticas universales. Por supuesto, optar por una u otra opción está relacionado con posicionamientos de tipo ideológico.

Esta dicotomía surge en cualquier tipo de campo preocupado por la intervención. Aquí tienes el famoso artículo de Geoffrey Rose referido al campo de la salud pública, en el que las denomina estrategia poblacional y estrategia grupos de riesgo ("high-risk strategy").


Los 10 Common Basic Principles on Roma Inclusion tratan de resolver la dicotomía enunciando el principio "Explicit but not exclusive targetting" que defiende que toda política debe mencionar de forma explícita las necesidades de grupos que sufren en mayor medida los procesos de exclusión social (como es el caso de la población gitana en Europa), pero hacerlo en un contexto de medidas políticas dirigidas al conjunto de la población o, al menos, de políticas que consideren también a otros grupos sociales sometidos a similares procesos [en realidad se pone más énfasis en esta segunda visión, por lo que hablaríamos de una estrategia dirigida a grupos de población específicos aunque definidos de forma amplia y atendiendo a su diversidad interna].

Anteriormente, en 2004, en los Common Basic Principles for Immigrant Integration Policy
se abogaba por:

 CBP 10 ‘Mainstreaming integration policies and measures in all relevant policy portfolios and levels of government and public services is an important consideration in public policy formation and implementation.’

El término "mainstreaming" en este contexto adquiere un significado de adopción de políticas de caracter universal, pero también relacionado con dos formas de desarrollo institucional: una en sentido horizontal (desarrollando aproximaciones intersectoriales) y, otra en sentido vertical, integrando los distintos niveles de actuación (desde el local hasta el supraestatal).

Más recientemente y aplicado al campo de la migración el Migration Policy Institute ha publicado el informe "The future of immigrant integration in Europe. Mainstreaming approaches for inclusion" (por Elizabeth Collet y Milica Petrovic). En este trabajo se estudian los casos de Dinamarca, Francia, Alemania y Reino Unido, Tratamos de resumir aquí algunas de sus principales ideas.

En primer lugar tienden a recomendar políticas más universales, ya que:
  • Los grupos sociales (sobre todo a partir de las segundas y terceras generaciones) son más difíciles de delimitar y sus necesidades cada vez más diversas.
  • Tienden a ser más sostenibles (pues implican una mayor integración en las instituciones) 
Adicionalmente se puede argumentar que:
  • Se trata de políticas más aceptables para los grupos sociales mayoritarios
  • Reduce el riesgo de etnificación social producido por la propia política pública

Entre los principales inconvenientes destacan:
  • El riesgo de dispersión de la responsabilidad
  • Riesgo de fragmentación de la acción
  • Puede servir para reducir los esfuerzos financieros en políticas de inclusión
Las políticas específicas se reservarían para casos en los que:
  • Existen grupos bien delimitados con necesidades específicas (ocurre principalmente con grupos de recién llegados, por ejemplo, demandantes de asilo político relacionados con un conflicto concreto).
  • Resulta útil establecer una política de recepción para recién llegados.
 ¿Qué implicaría una proceso de "mainstreaming"?
  •  Reorientar o adaptar las políticas existentes para atender a la población que más lo necesita (esto es válido para el sistema de salud, el sistema educativo, las políticas de empleo, etcétera).
  • Adoptar un discurso integrador, coordinación gubernamental (intersectorial y multinivel) y reformas políticas.
  • Explicitar las necesidades de los diferentes grupos, en el contexto de las políticas generales (en la línea de "explicit, but no exclusive targetting" mencionado anteriormente.
  • Transformar las instituciones encargadas de aplicar las políticas
  • Involucrar a la población (mediante procesos de participación) y a la sociedad civil (también en la implementación de las políticas)


jueves, 10 de abril de 2014

Mercado de trabajo

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Las migraciones económicas están intrínsecamente relacionadas con el funcionamiento del mercado de trabajo. De hecho, la conexión entre trabajo y migración ha centrado gran parte del análisis de las migraciones. Aprovechamos las próximas líneas para realizar una breve explicación de algunas de las aproximaciones al tema.

La cuestión de la duración de las migraciones será de nuevo uno de los elementos que condicione la perspectiva a adoptar en el tema. Se distingue entre inmigrantes temporales, de larga duración o definitivos. Sin embargo, la idea de temporalidad suele dominar el discurso público y académico sobre el tema. Sobre esta visión ironiza de algún modo Michael J. Piore en el título de su estudio sobre las migraciones y el mercado de trabajo: Birds of passage: Migrant Labor and Industrial Societies.

De este análisis se destaca la distinción entre el mercado de trabajo primario y secundario. La población inmigrante cubriría la demanda de trabajadores poco cualificados, cubiertos con bajas remuneraciones, mientras que una parte de la población autóctona se reserva los puestos cualificados (estables y mejor remunerados). Esta separación del mercado de trabajo sería muy funcional tanto en términos de mantenimiento de la lógica de acumulación capitalista, como para la reproducción de la estructura social.

La tesis de la funcionalidad de esta estructuración para la lógica capitalista se refuerza en la aportación de Stephen Castles y Godula Kosack (Immigrant workers and class structure in Western Europe) (puedes obtener aquí un resumen en formato abierto de los propios autores). Dicho de forma breve: la población inmigrante garantiza un ejército de reserva que permite presionar los salarios a la baja y, al mismo tiempo, minar las aspiraciones del movimiento obrero. Por otro lado, genera división en el interior de la clase trabajadora al formarse estratos diferenciados para trabajadores autóctonos y alógenos.

Dentro de esta lógica se explican fórmulas que se adaptan por completo a esta función como la figura de Gastarbeiter: un trabajador con permiso temporal de trabajo y sin permiso para migrar con la familia. Esta lógica, aunque no de forma explícita, domina la concepción migratoria en España, ya que el régimen de obtención de permisos está vinculado principalmente a la obtención de trabajo, mediante contrato firmado con anterioridad a la partida del país de origen, que concede un permiso temporal, renovable progresivamente. A partir de los cinco años, la renovación pasaría de hacerse anualmente, a realizarse cada cinco años, esto es, mediante permisos de trabajo permanentes.

De igual modo, la legislación española, al aplicar el principio de situación nacional de empleo, favorece la segregación ocupacional.

Para obtener una descripción del mercado de trabajo desde la óptica de la inmigración en España resulta interesante la colección publicada por el Observatorio Permanente de la Inmigración en España de la Secretaría General de Inmigración y Emigración. No obstante, el último informe publicado se refiere en el título al año 2011 (aunque los datos son de 2010), por lo que no refleja la evolución de los años recientes que se han caracterizado por un alto crecimiento del desempleo. En cualquier caso, su lectura confirma algunas de las percepciones realizadas por autores como Piore, Castles o Kosack en los años setenta del siglo pasado para otros contextos migratorios:

  • Ajuste de los flujos migratorios a la dinámica económica (descenso de los flujos por la crisis económica).
  • Una importante diferencia salarial entre población autóctona y alógena (el salario se sitúa entre el 51 y el 61 por ciento del que se encuentra como media en la población con nacionalidad española).
  • Alta segregación ocupacional (por género y nacionalidad), tanto horizontal (en pocos sectores), como vertical (en las ocupaciones de menor cualificación).
  • Mayor movilidad geográfica interna en la población extranjera.
  • Mayor impacto negativo del ciclo económico (por ejemplo, mayor impacto del desempleo)
Otro de los enfoques de estudio tradicional se ha centrado en la consideración de la población inmigrante dentro del sistema de clases sociales. En este punto, se distinguen dos posturas. Una primera que considera a la población inmigrante como parte integrante de la clase trabajadora, aunque con la posibilidad de distinguir una fracción dentro de la misma. Esta es la perspectiva a la que tienden autores de corte neomarxista como los apuntados previamente. Por otro lado, se encuentra la postura que defiende que se trata de un grupo o clase diferenciado con características específicas. Dentro de esta última propuesta, se destaca a John Rex (en Theories of race and ethnic relations, capítulo 3), quien indica que los niveles de explotación, opresión y discriminación que sufre la población extranjera superarían el marco de las relaciones laborales habituales en el mercado de trabajo autóctono, reduciendo de forma clara las condiciones laborales y la oportunidad de movilidad social, afectando además al conjunto de las relaciones sociales (no sólo las laborales).

El trabajo de la población inmigrante adquiere además toda una serie de formas particulares, algunas de ellas específicas de la población inmigrante y, en otros casos, compartidas con la población autóctona.


1) La economía informal.

Una parte de la población inmigrante se inserta en la economía informal. Cuantitativamente no resulta la mayor parte del mercado de trabajo, pero puede ser relevante. Durante la última fase de expansión económica la existencia de importantes nichos laborales sumergidos o informales fue unos de los principales factores de atracción de inmigración en situación administrativa irregular que se empleaba en sectores como la construcción, la agricultura, la hostelería o el servicio doméstico. Véase, por ejemplo, estos dos análisis para el caso de Tenerife: aquí y aquí. De los mismos autores, Dirk Godenau y Vicente Manuel Zapata (coors.), se puede consultar La Inmigración irregular. Aproximación multidisciplinar,  y la aportación desde la sociología de Ana María López Sala. De igual modo, se recomienda la lectura del siguiente artículo de Antonio Izquierdo que se centra en la cuestión del género entre la población sin documentación.

Sobre la situación de irregularidad en España cabe señalar dos hechos clave: a) el importante porcentaje de personas inmigrantes que empezó su proyecto migratorio en situación de irregularidad y b) la posibilidad de entrar en situación de irregularidad una vez se está establecido en el país al no poder renovar los permisos de residencia.

Un campo aparte de la economía informal sería el relacionado con la economía del delito, donde destaca la cuestión del tráfico de personas.


2) El enclave étnico

Este concepto, cuyo desarrollo principal se debe a Portes y Rumbaut (págs. 94-101), hace referencia a la creación de oportunidades económicas a partir de las redes sociales creadas por la propia población inmigrante. Está muy ligado por tanto a la teoría de las redes sociales de las migraciones: las que se establecen entre inmigrantes en la sociedad de destino, pero también con el país de origen (lo que conecta con los aportes que integran el concepto de transnacionalismo). Estas redes permiten mejorar la situación de trabajo. Los inmigrantes no serán únicamente trabajadores no cualificados, sino que una parte de ellos emprende negocios a partir de distintos tipos de actividad ligados a la importación-exportación, los servicios propios de la población inmigrante (locutorios, remesas, viajes, envíos, asesoría, venta de productos del país de origen, restauración, etc.) o el desarrollo de actividades no cubiertas por autóctonos. De igual modo, estos espacios ofrecen la posibilidad de emplear a trabajadores no cualificados de la propia comunidad, pero también ocupar puestos intermedios, cuando los negocios superan el nivel familiar.
Una imagen del funcionamiento de estos enclaves en España se puede obtener a partir de la lectura de periódicos como Costa Blanca News, en especial cuando se analiza su publicidad o la sección de anuncios clasificados. En el siguiente estudio de Clemente Penalva y Gerhard Brückner se puede observar el potencial de este tipo de fuentes de información para el estudio de las comunidades formadas a partir de la inmigración (en este caso el público del Costa Blanca Nachricthen).
 

3) Empleo bicultural e intermediarios.

Generalmente estos conceptos se han empleado para referirse a grupos de inmigrantes que han abierto comercios, aunque igualmente se podría aplicar a actividades de todo tipo (restaurantes, bares, hostelería, medicina alternativa, turismo, traducción-interpretación, mediadores, etc.), como muestra el análisis de De Marcos Sanz, Mihaila Mihaila y Ramos Feijoo sobre el empleo bicultural. Edna Bonacich empleó el término intermediarios (middlemen) para referirse principalmente a las situaciones en las que a través del comercio o mediante la actuación como gestor de un negocio de un propietario autóctono, la población inmigrante encontraba nichos de trabajo específicos. Ivan Light empleaba el término ethnic businness para describir la realidad laboral que se va configurando a partir de estrategias de autoempleo en la población inmigrante, que surgen como escapatoria a un mercado de trabajo discriminatorio.




jueves, 20 de marzo de 2014

Migraciones romaníes

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Al autor de Poeta en Nueva York le llamó la atención las numerosas coincidencias entre la situación de la población negra en Nueva York y la del pueblo gitano en España, sin embargo, aunque la primera ha dado lugar en los Estados Unidos (y en otros países, principalmente en el ámbito anglosajón) a una rica línea de trabajo e investigación en las ciencias sociales, en Europa la cuestión gitana ha sido prácticamente invisible para la mayor parte de las ciencias sociales, tanto en la formación, como en la investigación, con algunas excepciones, especialmente en el caso de la Antropología.

El tema es relevante desde la óptica de la Sociología de las Migraciones por un doble motivo, por un lado, porque sirve para entender cómo funcionan las "relaciones raciales y étnicas" (esta es la expresión que se usa en Estados Unidos para referirse a este tema) en el marco europeo y, por otro lado, porque la realidad migratoria de los gitanos en Europa está en el propio centro del debate migratorio y del proyecto de construcción de la Unión Europea.

En los últimos años se han sucedido las noticias sobre las migraciones romaníes en Europa: las expusiones organizadas bajo el gobierno de Sarkozy primero, y de Hollande después en Francia (que tuvo su punto mediático más álgido con el caso de Leonarda); las políticas anti-gitanas de Berlusconi en Italia; la finalización el 1 de enero de 2014 del período de restricción del derecho al libre movimiento a los ciudadanos de Rumanía y Bulgaría que habían impuesto varios países europeos; el debate abierto en el Reino Unido por la intenciones de Cameron de seguir restringiendo la libertad de movimiento con Rumanía y Bulgaria, etc.

Sin embargo, existe poca información sobre la situación de los migrantes romaníes en Europa. Uno de los informes más rigurosos y recientes es el elaborado por el PNUD:

An option of last resort? Migration of Roma and non-Roma from CEE countries

El trabajo muestra las motivaciones y pautas migratorias de gitanos y no gitanos provenientes de algunos de los principales países de Europa central y del este.

También se puede destacar este informe previo (de 2008) elaborado por la OSCE, con una perspectiva menos empírica y más centrada en la identificación de los problemas relacionados con la garantía de los derechos humanos:

Recent migration of Roma in Europe

Recientemente fue famoso (en el Reino Unido) el informe elaborado para la Comisión Europea por la consultora ICF-CHK (2013) en la que se desmontaba el mito político/mediático sobre el "benefit tourism" o "welfare tourism", es decir, sobre la migraciones con el objetivo de conseguir beneficios sociales o lo que en España se llamó en su día el "efecto llamada". 

Volviendo al argumento clásico de Gunnar Myrdal que comentábamos en esta otra entrada del blog, el tema de la "integración" de la población gitana puede analizarse desde las políticas públicas. En este sentido resulta muy revelador el siguiente informe sobre los Rroms migrantes en Ile-de-France, por Sandrine Halfen, en el que cada proceso de realojo (el término no es muy adecuado, quizá habría que decir cada vez que se arrasa un asentamiento por parte de las fuerzas públicas) trunca los avances educativos, de acceso a los recursos sanitarios, de consolidación de la situación administrativa, etc. De igual modo, con respecto al caso de Dale Farm en el Reino Unido, en este informe se argumenta que el traslado forzoso tras haber arrasado un asentamiento muy consolidado ha supuesto un importante impacto en la salud de las personas expulsadas de su lugar de residencia.


Relaciones raciales y étnicas

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El fracaso de la hipótesis de la asimilación para grandes grupos de la población en los Estados Unidos, en especial, la población de origen africano, aunque también asiático, americano (pueblos originarios en el Norte y en el Sur), etc, enseguida plantea la idea de que existen formas de relación social que dificultan los procesos de asimilación. Lo mismo ha ocurrido en otros grandes sistemas migratorios.

Esta constatación abre el marco de análisis de todo un campo de estudio sobre las llamadas relaciones raciales y étnicas. Pese a que el concepto de raza ha sido varias veces descartado como concepto biológicamente válido, véase por ejemplo, este texto de la UNESCO de 1967, lo cierto es que se trata de un concepto sociológicamente relevante en la medida que forma parte de las creencias de algunos grupos de individuos. Dicho concepto es un componente esencial del pensamiento racista y la conducta discriminatoria. Como también lo son algunos otros conceptos cercanos, que sirven igualmente para realizar agrupaciones de seres humanos en función de rasgos físicos o culturales. En este sentido cabe apuntar que pese a que etnia es un término que se refiere a la existencia de elementos culturales compartidos (por ejemplo, los que comparten una religión, una lengua o una mezcla de varios elementos culturales), también es usado eufemísticamente para evitar el término raza.

Mientras que los prejuicios y estereotipos se sitúan en el terreno subjetivo, esto es, en las formas de pensar y se organizan en esquemas que podemos denominar racistas (cuando las categorías se organizan jerárquicamente); hablamos de discriminación cuando el pensamiento racista es trasladado a la acción de forma que se perjudican los intereses de un grupo (generalmente el exogrupo) en beneficio del grupo propio (endogrupo).

La discriminación puede ser más informal, cuando la protagonizan algunos individuos o grupos aislados, por su propia iniciativa, o más formal, cuando forma parte de la lógica de acción del Estado o de otras instituciones.

El libro Cabeza de Turco de Gunter Wallraff ilustra bien cómo la discriminación puede encontrarse principalmente en la empresa, pero también en instituciones tan diversas como los centros de investigación, comercios, diversos cultos religiosos o los partidos políticos.



Cuando la discriminación contra un grupo (étnico o racial) deja de ser meramente subjetiva y forma para de la lógica de actuación de las instituciones se suele hablar de racismo institucional.

A continuación se propone el siguiente ejercicio de análisis: ¿qué formas de racismo institucional están vigentes en España?.

Empezaremos indicando algunos ejemplos:

1) El uso de perfiles étnicos por parte de las fuerzas del orden.
2) La exclusión sanitaria directa e indirecta (esta noticia de El Diario da un resumen rápido)
3) La invisibilidad en el curriculum (y el curriculum oculto)
4) El discurso racista de los medios (que se dirigen sólo a la población mayoritaria)
5) El marco de referencia religioso (por ejemplo, en las fiestas que se celebran, pero también en ceremonias, sistema escolar, etc.)
6) Barreras administrativas (homologación de títulos, empadronamiento, etc.)
7) Agresiones en la frontera
8) Mala calidad y orientación de los servicios específicos, como los CIEs, Centros de Internamiento de Extranjeros.
9) Discriminación en el trabajo (véase este informe sobre España para la OIT, Organización Internacional del Trabajo)
10) Desprotección legal (por ejemplo, en asuntos graves como la trata de personas)
11) Discriminación fiscal

Pascal muestra algunas de las cicatrices que le dejó la concertina de púas. Foto: Jesús Blasco de Avellaneda.
Enlace a la noticia de El Diario haciendo click sobre la foto.
Explicaba Gunnar Myrdal, sociólogo sueco al que se le solicitó realizar un informe sobre la población negra en los Estados Unidos, que recibió el título An American Dilemma (1944), que para entender la posición social de la población negra había que mirar a la población blanca:

"White prejudice and discrimination keep the Negro low in standards of living, health, education, manners and morals. This, in its turn, gives support to white prejudice". 

martes, 11 de marzo de 2014

Nuevos ciudadanos, aves de paso y minorías

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El proceso migratorio estudiado por los clásicos de la Escuela de Chicago entendía que las trayectorias migratorias finalizaban en la asimilación cultural, definida esta como la incorporación a la cultura americana de los distintos grupos migratorios (es clave el término incorporación, ya que se entiende como un proceso sumatorio). Los migrantes acaban siendo parte de la ciudadanía de los Estados Unidos. A esto lo podemos llamar el mito del "melting pot".

Esta es la concepción que aparece en la obra de Park y Burguess, aunque los mismos autores apuntan que existen límites a este proceso, por ejemplo, por lo que respecta a las minorías raciales (es el término que emplean).

"Assimilation is a process of interpenetration and fusion in which persons and groups acquire the memories, sentiments, and attitudes of other persons or groups, and, by sharing their experience and history, are incorporated with them in a common cultural life. In so far as assimilation denotes this sharing of tradition, this intimate participation in common experiences, assimilation is central in the historical and cultural processes" Park y Burguess (pag. 736-737)

Una de las mejores manifestaciones de esta idea se puede encontrar en la propuesta de Milton Gordon sobre los siete elementos del proceso de asimilación, en Assimilation in American Life, pág. 60 y ss. (gráfico en página 71):

http://www.cairn.info/revue-francaise-de-sociologie-2008-5-page-3.htm
Este proceso no era planteado por Milton como inevitable, aunque frecuentemente se ha hecho esta lectura, sino más bien como una descripción de los pasos necesarios para poder hablar de un proceso de asimilación completo (de hecho lo describe a partir de grupos de población imaginados como los "Sylvanians" y los "Mundovians", es decir, se podría indicar que se trata de una explicación de "tipo ideal" como él mismo señala). Le preocupaba que además de la asimilación en el plano cultural, se produjera asimilación en el plano de las relaciones sociales (lo que llama estructural, cívico, etc.), incluso biológico ("amalgamation"). Tampoco se ha de interpretar que las etapas se suceden unas a otras en el orden en el que aparecen en el listado.

Ya desde el principio, autores como Wirth en The Ghetto explican que en Chicago no todos los grupos migratorios tienden a una completa asimilación (entendida como americanización) y observan diferencias, por ejemplo, entre los judios de origen alemán y los provenientes del Este de Europa en su nivel de asimilación (que se manifiesta, por ejemplo, en el uso del espacio urbano).

Se puede por tanto trazar dos grandes líneas para los procesos migratorios: la asimilación completa (bien en el sentido europeo, que dirían Park y Burguess, que implica la completa pérdida de la cultura de origen, bien en el sentido americano que significa la aportación a la cultura de destino) y la segregación social caracterizada por procesos de discriminación, racismo o subordinación. Este último proceso, nos llevaría a hablar de un proceso de constitución de minorías étnicas por el cual los grupos migratorios pasarían, con el paso del tiempo, a ser grupos minoritarios en la sociedad de acogida, como ha ocurrido con la población afroamericana en Estados Unidos o con la población romaní en Europa. Park explicaba que la asimilación se lograba precisamente cuando el individuo no se enfretaba a actitudes prejuiciosas o conductas discriminatorias (al igual que Gordon).

Por supuesto habría opciones intermedias. Una forma de verlo pasa por entender a las personas migrantes como "aves de paso" (Birds of passage, como titula su obra Michael J. Piore). En este caso la asimilación o la segregación no serían los destinos de la población inmigrante ya que de estos se espera que realicen una migración de retorno, una remigración, mantengan procesos migratorios circulares (o pendulares), en definitiva, que su proceso migratorio esté marcado por la temporalidad. El concepto de transnacionalismo también es aprovechado en este sentido para eliminar la cuestión de la integración del debate migratorio.

Dentro de las opciones intermedias se puede emplear igualmente el concepto de asimilación segmentada, tal y como proponen Portes y Zhou en su artículo "The new second generation: segmented assimilation and its variants". Este hace referencia a que miembros con un mismo origen (en el ejemplo habla de los haitianos) pueden adoptar estrategias de asimilación diferenciadas: las que siguiendo la clasificación de Berry podría llamarse segregadas, las integradas de la población de clase media o las de la población afroamericana. El dominio de unas trayectorías u otras es explicado por los autores en función de los modos de incorporación ("modes of incorporation") que incluye las políticas del gobierno receptor, los valores y prejuicios de la sociedad receptora y la características del grupo étnico. Estos pueden variar entre distintas nacionalidades de origen (ver gráfico), pero también por otros motivos en el interior de cada grupo (ya sean variaciones grupales como la diversidad interna del grupo o las variaciones individuales). En el artículo citado, además del caso de los haitianos, se ilustra esta variedad de trayectorias de asimilación a partir del caso de los mexicanos, los sikhs (Punjab) y caribeños (Cuba, Nicaragua, Jamaica, Trinidad y Haití).

Modos de incorporación (figura original en pag. 84 de Portes y Zhou).
Explican los autores que la combinación de valores y prejuicios de la sociedad receptora con respecto al color de la piel, la localización y la ausencia de mecanismos de movilidad social ascendente explican la falta de procesos de asimilación con los valores culturales y pautas sociales de los grupos dominantes en las migraciones actuales en los Estados Unidos. De igual modo, también son relevantes las políticas del gobierno, por ejemplo, en materia de protección de determinados grupos de refugiados, organizando los flujos migratorios con países específicos o prohibiéndolos con otros países. Finalmente conceden gran importancia al modo en el que se organizan las relaciones sociales entre la propia población inmigrante.
La preocupación por la situación de la segunda generación de Portes ha traspasado el Atlántico, en el trabajo realizado por Alejandro Portes, Rosa Aparicio, William Haller y Erik Vickstrom sobre la segunda generación en Madrid. Del texto se extrae que las ambiciones escolares y ocupacionales de este grupo son menores, aunque la distancia no sea mucha, que las de la población nativa. Sin embargo, en la prolongación de dicha investigación (con datos adicionales recogidos en 2011-2012, los anteriores eran de 2007-2008, en las ciudades de Madrid y Barcelona) los resultados son más optimistas como indica este resumen elaborado por Portes y Aparicio. Copiamos literalmente su conclusión:

"Conclusión: Los resultados de nuestro estudio no apoyan conclusiones negativas o alarmantes sobre la integración de la segunda generación. La gran mayoría de los hijos nacidos en España o traídos al país a edad temprana se quedan en España y continúan sus estudios. Pese a la crisis económica y la modestia de sus hogares, avanzan en sus expectativas de educación futuras y en su identificación con el país. Sólo una pequeña minoría da síntomas de movilidad descendente como maternidad o paternidad prematuras o encuentros con la policía. Más preocupante es el abandono escolar y el desempleo que afectan aproximadamente a un 15% de los encuestados. Sin embargo, las cifras son similares entre los autóctonos, datos que nos hace concluir que los hijos de inmigrantes se han integrado a la juventud española y que sus diferencias con los hijos de nativos van disminuyendo con el tiempo." Fuente: Portes y Aparicio (2013).


Esto nos lleva a preguntarnos sobre cuáles serían los procesos de asimilación en España. Resultados como los aportados por Portes et al. hablan de que podríamos encontrarnos con casos de asimilación en el sentido más tradicional de la palabra (con similares logros sociales -educativos y laborales- que la población autóctona y adopción de los elementos simbólicos de la población del país de destino -lengua, identificación, nacionalidad, etc.-). Sin embargo, hablar de "segunda generación" podría ser un indicador de lo contrario: de que se está avanzando en el proceso de formación de minorías étnicas. Cuando el término "segunda generación" pasa de ser un término empleado por la Sociología con fines descriptivos (puede que poco afortunado) a ser un término del lenguaje común, cabe otra consideración adicional sobre cómo están funcionando los procesos de asimilación. El término "segunda generación" empleado de forma literal implicaría que la condición de migrante es hereditaria. Esta barbaridad semántica significa por tanto algo distinto: para explicar las condiciones de vida y pautas culturales de los hijos de los inmigrantes su grupo étnico de pertenencia es relevante. De igual modo, si seguimos denominando inmigranes a sus madres y padres, después de períodos prolongados de residencia en el país de destino, hablando correcto español o alguna de las otras lenguas oficiales, habiendo formando familias en España e incluso habiendo adquirido la nacionalidad española, podemos encontrarnos en los inicios de un proceso de etnificación de la sociedad. Es decir, si la condición de migrante no se extingue, implica que el tiempo de estancia en el país no garantiza un progresivo proceso de asimilación. Si la condición de migrante tuviera caducidad, se observaría en nuestro vocabulario, por ejemplo, cambiando expresiones como "inmigrantes" por términos y expresiones como "españoles de origen x", "nacidos en x", palabras compuestas (¿"latino-españoles"?, ¿"afro-españoles"?, ¿"asiático-españoles?")... o, más claramente todavía, si no existiera forma de denominarlos y fueran considerados ciudadanos de pleno derecho. Por supuesto, se están citando aquí algunas de las designaciones que son comunes en otros espacios migratorios, muchas de ellas difícilmente aplicables en España. Por otro lado, el uso de estos términos no siempre es indicador de un mayor éxito del proceso de asimilación, sino que puede ser reflejo únicamente de ciertas dosis de hipocresia del habla "políticamente correcta" (esto es, el uso de expresiones corteses, diplomáticas o que evitan ofender).

Se ha de entender que el término asimilación es usado por los autores clásicos en un sentido descriptivo, desprovisto de carga valorativa, sin embargo, cuando se añade la carga valorativa y se señala que la asimilación es el objetivo deseable en los procesos migratorios se está asumiendo varios elementos que es necesario indicar desde una lectura crítica:
  • Se trata de una valoración etnocéntrica en la que la cultura de destino es considerada una cultura más valiosa que la de origen.
  • Se sitúa a la persona inmigrante en situación de déficit (debe aprender el idioma, la cultura, los valores, sin otorgar valor a su conocimiento).
  • Se trata de un ejercicio de violencia simbólica (por ejemplo, en la medida que ciertas formas de habla, acentos, etc... son más valorados que otros), habitualmente asentado en formas de violencia estructural y directa (la historia del colonialismo, la esclavitud, la segregación, exclusión y persecución de las minorías, etc.).

lunes, 10 de marzo de 2014

Tipologías de aculturación

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El proceso de aculturación, en su acepción más neutra, se aplica para describir el cambio en la cultura de referencia de la persona migrante. Fue un concepto clave desde los inicios de la Sociología en Chicago y de la Sociología de las Migraciones. Aparece ya en obras como El campesino polaco de Thomas y Znaniecki. 
Una de las formulaciones más exitosas de este concepto fue elaborada desde el campo de la psicología social por John W. Berry. Se puede consultar su propuesta en este artículo de Berry en Applied Psychology: An International Review.
En dicho artículo se desarrollan cuatro conceptos clave que se resumen en este grafo: 






Este modelo fue aplicado para estudiar las estrategias y aptitudes de aculturación en España, por Marisol Navas Luque et al. en Almería. El informe presentado por este equipo de investigación muestra la existencia de una multiplicidad de estrategias en la población inmigrante e, incluso, y esto es lo más relevante, la convivencia de varios tipos de estrategia en una misma persona según el ámbito social en el que se mueve. Para describir este situación se emplea el modelo ampliado de aculturación relativa (MAAR). En él se distinguen hasta siete ámbitos, reproducimos su texto explicándolos:

"El primer ámbito lo constituye el sistema político y de gobierno, que organiza las
relaciones de poder y que establece, al menos formalmente, el orden social. El segundo
—el tecnológico— se refiere al conjunto de procedimientos del trabajo (p.e., tipo de
trabajo realizado, herramientas y maquinaria que se emplean, horario de trabajo, etc.).
El tercer ámbito —económico— afectaría al reparto de los bienes producidos, a las
transacciones económicas y a los hábitos y formas de consumo (p.e., cosas que se
compran, dinero que se gasta y ahorra, formas de administrar lo que se tiene, etc.). El
cuarto ámbito es el social, constituido por las relaciones y redes sociales mantenidas
por la persona fuera del ámbito de la familia —fundamentalmente las amistades—. El
quinto ámbito —el familiar—, hace referencia a las formas de reproducción biológica
y cultural, transmisión de pautas de conducta y valores (p.e., relaciones conyugales,
relaciones con los hijos–as, educación de los hijos–as, etc.). El sexto ámbito —el ideológico
se refiere a la representación que las personas tienen del mundo, que toma
una forma ideológica, filosófica y/o religiosa. En el presente modelo se ha subdividido
en dos: creencias y costumbres religiosas, y formas de pensar (principios y valores)"
Fuente

Otro aspecto muy interesante de su planteamiento es que no restringe el análisis de las estrategias y aptitudes de aculturación a la población migrante, sino que también analiza las propias de la población autóctona, entendiendo que se trata de un proceso de interacción.